¡Profesor!, sin adjetivos
Por Rayma Elena Hernández.
Enrique Rodríguez Coromina, quisiera pulverizar el trofeo de mármol, pero ni asíalcanzaría a compartirlo con todos los que forman parte de su Premio Nacional de Economía 2004, en la categoría de Contabilidad. «El premio mayor, el único disfrute que tengo es la alegría de ellos», aseguró, ante el ineludible cerco tendido por la radio y el periódico, en lo que pudiera ser su dirección particular: el Departamento de Contabilidad y Finanzas, perteneciente a la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, en Villa Clara. Lo que no podía dejar de decir, lo llevaba en una hoja. «Lo hecho está aquí», dijo mostrando el currículum presentado para su nominación en el 2003. «Solo agregué la categoría de Profesor de Mérito, recibida en que en el 2004 y el Premio Evangelio Vivo, otorgado en Villa Clara.» Así inició la segunda entrevista de su vida, para la que debí aceptar condiciones: parquedad, ningún adjetivo ni palabras que hiperbolicen los hechos. Algo difícil tratándose del combatiente de la clandestinidad, el profesional con 44 años de docencia y 29 postgrados, el secretario general del Sindicato en la UCLV, decano, director de Recursos Humanos, doctor en Ciencias Económicas y, sobre todo, profesor. 1- Presentación «Yo soy de Esperanza y de Santa Clara; de la Universidad y de la Asamblea Provincial del Poder Popular; de Villa Clara y de Cuba; economista y contador, y miembro (fundador) de la Asociación de Economistas y Contadores (ANEC) cubana, y me siento azucarero, porque muchas de mis investigaciones y el doctorado fueron en ese campo.» «Nací en Santa Clara, pero hice parte de mi vida en Esperanza, allí trabajé en una escuela privada, y después de la nacionalización, pasé a la Secundaria Básica. En la Universidad he transitado por todas las categorías docentes, no brinqué ninguna. En 1962, empecé a impartir clases como alumno ayudante, ante el éxodo de profesores ocurrido a principios de la Revolución.» —¿No existe contradicción entre la teoría y la labor de asesor del vicepresidente de la Asamblea? —Estos son mis dos ámbitos profesionales. Hay que adecuar la teoría a la práctica, tal vez no decir un concepto con términos científicos, sino de manera que lo comprendan. Pienso en cómo Gaspar Jorge García Galló explicaba la Filosofía. Por cierto, fue el primer Profesor de Mérito de esta Universidad, y los villaclareños no podemos olvidar su centenario, en enero próximo. —Generalmente se identifica la ANEC solo como la Asociación de Economistas. ¿Todavía no se valora el papel de los contadores? —Al principio sucedió, pero la sigla fue tan pródiga que la última C, en lugar de Cuba, se convirtió en contadores. —¿Y se resolvió en la práctica? —El papel del contador, y el del economista en estos momentos está revitalizado. En ocasiones, sin embargo, existe incomprensión en qué debe hacer uno y otro, muchas veces por desconocimiento de quien pide la fuerza calificada; pero en la formación ese problema está resuelto. 2- El Premio «Quiero mencionar que esta Facultad, en este Departamento, hay tres premios nacionales de Economía: En el 2002, Gonzalo Palencia y José Manuel Fernández, de Cienfuegos, ambos en Auditoría. Yo soy el tercero. «Igualmente debemos destacar a los nominados: (Berto) Nazco hace tres años y Víctor Figueroa ahora por segunda vez. «Entre tantas personas valiosas, yo no pensé que iba a obtener el Premio. Este premio dignifica la profesión y a todos los que se dedican a esta tarea. «He recibido muchas llamadas telefónicas; los correos no he podido abrirlos, pero prefiero no decir nombres. Serían tantos que se van a poner celosos.» 3- Un pésimo adjetivo —Si no es confiable no es contabilidad. Ese término nunca lo he aceptado, conforme en el campo de la ciencia nunca acepté contabilidad capitalista y contabilidad socialista. Lo único que en un caso se cuidan los intereses particulares, y en otro, intereses más sagrados. «Lógicamente, en los escalones del trabajo confiable hay algunas profesiones que son de mayor respeto que otras, y que requieren experiencia: la Auditoría y Sistema. Nunca trabajé esas áreas, que para mí son el non plus ultra de la actividad contable.» —¿Cuál es la principal virtud en su profesión? —No separarnos de la línea de la Revolución, preservar la ética, no jugar al capitalismo. 3- Optimismo «Yo aspiro a los 120 años. Fíjense que yo no canto ni en la ducha, pero cuando vengo por la mañana, ¿qué hago?, le pregunta a una de sus compañeras.» —Canta, le responde. «Fíjense si me considero joven que me afeito sin mirarme al espejo. Allá en la Asamblea hay uno que es tan cruel que paso de espalda por él. «De la prótesis (en una pierna) me acuerdo cuando me la pongo y cuando me voy a bañar. Con cuidado, hasta corto con un machete las maticas que salen. Lo más malo que tiene una persona es autolimitarse. «En una terminal me dijeron que no podían autorizarme porque los sábados, después de las dos de la tarde, y el domingo, solo se atendían casos de muerte. Le dije: ‘Usted no sabe la alegría que me ha dado, porque al menos durante un día y medio no padezco ninguna discapacidad. «Siendo Decano de la Facultad, vino un profesor a contarme todos sus problemas. Tracé mi estrategia, me paré y le dije: ‘Te voy a prestar un libro’, y cojeé más que de costumbre. «Yo siempre, aun en los momentos más difíciles, pienso en lo bueno, en lo bueno…» 3- Alumnos «Por aquí han pasado miles… Me doy cuenta cuando salgo a los municipio, también al verlos en todos los lugares, hasta en el Consejo de Estado. También me entristece si tienen un problema, porque pienso que tenemos parte de responsabilidad por no haber trabajado en esos aspectos de su formación. «Yo tuve un alumno de los que consideramos normal, y un día me comentó: ‘Cuando tenga un hijo le voy a poner su nombre’. Al tiempo nos encontramos en Varadero, y le dijo al mayor de los niños: ‘Dile cómo tú te llamas’, y era mi nombre… |
AIN, 11 de Mayo de 2005
Los ministerios de Economía y Planificación (MEP), Auditoria y Control, y Finanzas y Precios, reconocieron hoy los aportes, consagración y trayectoria laboral de Enrique Rodríguez Coromina, profesor de la Universidad Central de Las Villas, en Villa Clara, al entregarle el Premio Nacional de Economía '2004 en la especialidad de Contabilidad.
En esta octava edición del estímulo, tambien fueron gratificados en Economía, José González, asesor del MEP; en Auditoría, Enma Parra, directora de Auditoria y Supervisión del Ministerio de Comercio Exterior.
Durante ceremonia político cultural, celebrada en el Teatro Auditorium Amadeo Roldán, en la capital de Cuba, se reconoció la labor de quienes trabajan en el campo de las ciencias económicas, que en la actualidad son protagonistas de las transformaciones aplicadas para desarrollar el proyecto social cubano.
José Luis Rodríguez, vicepresidente del Consejo de Ministros y Titular del MEP, afirmó en la clausura del acto que la calificación técnica y cultural alcanzada en Cuba, permite
aprovechar al máximo los escasos recursos disponibles, en medio del bloqueo impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos.
Cuba se desarrolla y se integra a través de nuevas vías, como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), y expande relaciones con países asiáticos como China y Viet Nam, vínculos que posibilitan seguir elevando la calidad de vida en la Isla, subrayó.
Asistieron también a la gala Juan Carlos Robinson, miembro del Buró Político del Partido, y los ministros Georgina Barreiro, de Finanzas y Precios; Lina Pedraza, de Auditoría y Control, y Raúl de la Nuez, de Comercio Exterior.
3 comentarios
Miyinalouzo -
Pavoguze -
Manny Alfonso -
Su muerte me impacto mucho.
Desde Puerto Ricoy New York le envio un saludo y le agradezco por este
articulo.
Manny Alfonso